Trabajo Final del Curso de Aromaterapeuta Profesional presentado por Cecilia Alejandra Gavilán
Introducción
En noviembre del 2019 se desató una pandemia causada por el virus SARS COVID-19 con epicentro en Wuhan, China. La mayoría de las personas infectadas presentan síntomas como dolor de cabeza, tos, fiebre, dolor muscular, vómitos y falta de olfato. Sobre este último síntoma se desarrolla la investigación.
Se conoce que la falta de olfato en pacientes que padecieron COVID.19 se origina debido al ataque del virus a las células que nutren las neuronas sensoriales olfativas ubicadas en la nariz. Éstas, dejan de recibir nutrientes y presentan atrofias que impiden la conexión con el cerebro. Sin embargo, pueden regenerarse aplicando tratamientos de neuroplasticidad olfativas.
La presente investigación tiene como objetivo establecer dichas terapias utilizando aceites esenciales, y su efectividad en la recuperación total en el corto plazo, ofreciendo una alternativa no invasiva, simple y económica.
Se tomó en cuenta, el mecanismo olfativo, las causas de la afección, su severidad, duración del tratamiento con aceites esenciales y su efectividad.
Delimitación y planteamiento del problema de investigación
El profesor de otorrinolaringología en la escuela de medicina de la universidad de Washington en St. Louis, Missouri, el Dr. Piccirillo, afirma que entre el 90 y el 95% de los pacientes de COVID-19 que presentaron anosmia, recuperaron el olfato dentro de las 2 semanas y los 3 meses de haber contraído la enfermedad, sin embargo, hay entre un 5 y 10% que no lo recupera, o lo hace en una manera distorsionada. En otras palabras, estimativamente se contagiaron a la fecha, alrededor de 320 millones de personas mundialmente, lo que representa que, entre 16 y 32 millones de personas, no recuperaron el olfato.
Dos causas parecen probables sobre esta secuela:
a) durante la infección de las vías respiratorias superiores la pérdida de olfato se produce como resultado de la inflamación nasal, el edema de la mucosa y la obstrucción del flujo de aire hacia la rima olfatoria.
b) El olfato se produce mediante millones de células nerviosas llamadas “neuronas olfativas”, ubicadas en la membrana de la mucosa de nuestra nariz. Diferentes grupos de estas neuronas detectan diferentes tipos de olores. Científicos de la escuela médica de Harvard, descubrieron que células con el receptor ACE2 que nutren las neuronas olfativas, son atacadas por el virus SARS-CoV-2 para infectar a dichas neuronas. Los investigadores sostienen que el virus infecta estas células, las cuales dejan de proveer nutrientes y suporte estructural a las neuronas olfativas, dejándolas dañadas e incapaces de transmitir olores desde la nariz al cerebro.
Sin embargo, los pacientes que logran reponerse de la infección antes que dichas células estén demasiado dañadas, podría evitar un daño colateral a las neuronas olfativas.
Un tratamiento estándar para pacientes con anosmia diseñado por el Dr. Thomas Hummel en Alemania en 2009 consiste en oler aceites esenciales por unos 20 segundos cada uno, dos veces por día durante al menos 3 meses. Los aceites esenciales más utilizados son: rosa, limón, clavo de olor y eucalipto. Se piensa que estos aromas, pudieran estimular diferentes grupos de neuronas
olfativas en la nariz.
La investigación demuestra que nuestras neuronas olfativas podrían volver a crecer y reorganizarse a través de nuestra vida a través de un proceso llamado neuro plasticidad. A medida que la edad sea más avanzada, dicho proceso sucede menos frecuente, por lo cual, la edad sería una variable en la efectividad del tratamiento. También se evidencia un aumento de su efectividad si el tratamiento es realizado dentro de los primeros 12 meses posteriores a haber cursado la infección.
La doctora Yolanda Holler-Managan, neuróloga pediátrica y profesora adjunta de pediatría en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, dijo que este método, que suele utilizarse en el tratamiento de adultos, podría funcionar también en los niños.
En ambos grupos de edad, el nervio olfativo puede regenerarse cada seis a ocho semanas. A medida que el nervio se cura, este entrenamiento puede ayudar a fortalecer el sentido del olfato.
Por otro lado, la asociación francesa Anosmie.org tiene publicado un protocolo de 12 semanas para ayudar a las personas a recuperar el olfato. Está basado en el uso de 5 aceites esenciales (Limón, Clavo de olor, rosa, menta piperita y eucalipto) y un aroma (granos de café). El tratamiento consta en oler los frascos sin leer la etiqueta y tratar de identificarlos por el olfato. Se debe realizar el ejercicio dos veces por día, durante 30 segundo con cada frasco.
Justificación
La recuperación de todos los síntomas que produce la infección por COVID-19 podría llevar más de 12 meses luego de su manifestación. La aromaterapia puede aportar tratamientos efectivos de fácil aplicación y bajo costo para revertir la anosmia en aquellos pacientes que la desarrollaron debido a la infección del virus.
Formulación de objetivos
Entre el 30 y 80% de las personas que se contagiaron con COVID-19 reportaron falta de olfato, conocido como anosmia. Los tratamientos de anosmia que están siendo estudiados incluyen, reentrenamiento del cerebro para oler, disminuir la inflamación nasal y encontrar formas para sanar las células nasales dañadas.
La anosmia no es sólo un inconveniente menor, ya que, si el paciente no puede oler una fuga de gas, humo de algún incendio o hasta comida en mal estado, esta afección se convierte en una peligrosidad para su vida.
En este punto, la aromaterapia parece ser la salida más viable para aquellos pacientes de COVID-19 que presentan falta de olfato.
Metodología de investigación
Esta investigación se realizó de manera bibliográfica consultando portales de noticias médicas avaladas por diferentes universidades.
Conclusiones.
Evaluar la pérdida, disminución o modificación del olfato podría ayudar a la detección temprana de los posibles daños olfativos ocasionados por la infección del COVID-19 siendo ésta la única vía hasta el momento para su detección.
Hasta la fecha no hay evidencia clara que estas terapias sean efectivas para pacientes con trastornos olfativos relacionada con COVID-19. Se necesitan estudios clínicos a largo plazo para investigar la resolución espontánea y la duración de la secuela para definir un manejo terapéutico de los pacientes que presentan anosmia permanente. Existiendo entre ellos, pacientes recuperados gracias a la aromaterapia aplicada.
A pesar de no contar con resultados suficientes acerca de la efectividad del tratamiento olfativo con aceites esenciales, aun así, es el único tratamiento que, por su bajo costo, simple aplicación, falta de contraindicaciones y carencia de invasividad, se debe valore comenzarlo tras un mes de falta de recuperación del olfato.
Bibliografía.
https://www.inverse.com/mind-body/smell-training-for-covid19
https://www.ctvnews.ca/health/canadian-entrepreneurs-develop-recovery-program-for-covid-19-patients-who-lost-their-smell-1.5538578
https://www.nytimes.com/2021/03/26/well/live/covid-anosmia-smell-training.html
https://www.bcm.edu/news/relearning-to-smell-after-covid-19
https://www.mcgill.ca/oss/article/covid-19-health/loss-smell-and-covid-19-80-those-infected-sars-cov-2-virus-report-losing-their-sense-smell
https://medicine.wustl.edu/news/podcast-loss-of-smell-heart-problems-common-symptoms-for-long-haulers/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7290212/